CONSERVACIÓN DE AVES Y HUMEDALES
Curaco de Vélez es una de las comunas más pequeñas del país, sin embargo, se ubica en uno de los lugares de mayor interés para a conservación de aves migratorias, reconocido a nivel internacional.
Aquí se encuentran dos sitios de importancia para los Zarapitos de Pico Recto, aves de larga migración que recorren, cada año, más de 30.000 km para ir a reproducirse a Alaska y regresar a sus zonas de alimentación en el archipiélago de Chiloé, donde los humedales de Curaco de Vélez son fundamentales para mantener el ciclo de vida de esta impresionante especie.

Estudios conducidos por la Fundación Conservación Marina demuestran que los zarapitos viajan en cada ciclo migratorio casi 31.000 km. Cuando migran hacia el hemisferio norte son capaces de volar sin parar durante 5 días desde Curaco de Vélez hasta el sur de Estados unidos! Ellos permanecen casi un mes y medio en Alaska durante su reproducción y casi 6 meses en Los humedales de Chiloé, alimentándose y preparándose para una nueva migración.
En el año 2011, las bahías de Chullec y Curaco de Vélez fueron reconocidas como prioritarios por la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras Migratorias (RHRAP) por concentrar cada primavera y verano miles de zarapitos que se alimentan y descansan en estos humedales para alcanzar una condición optima que les permita emprender un nuevo viaje hasta Alaska. Se estima que aproximadamente 20.000 zarapitos llegan a diversos sitios del Archipiélago, de los cuales se han registrado hasta 9.000 en Curaco de Vélez y Chullec.

Gracias al trabajo conjunto entre la Fundación Conservación Marina y la Municipalidad de Curaco de Vélez, y con el apoyo de organizaciones sociales, así como el apoyo financiero de la organizaciones internacionales como el Centro Manomet para la Ciencias de la Conservación y la Fundación Packard, se ha venido trabajando de manera articulada la conservación de estos humedales. En el año 2019, la Municipalidad de Curaco de Vélez, logró una concesión marina con fines de protección ambiental y uso turístico basado en la naturaleza, para brindar protección a la zona donde las aves playeras descansan durante la marea alta. A finales del 2020 la bahía de Curaco de Vélez fue declarada Santuario de la Naturaleza, constituyendo un importante hito en el camino de la conservación de este valioso patrimonio natural y cultural de Chiloé.
